Sunday, March 10, 2019

Si, si, si . . . ¿Entonces qué?

Sermón por La Rev’da. Marcía McRae, La Iglesia Episcopal La Sagrada Familia, Newton Grove, NC, 10 marzo 2019, Año C, Cueresma 1:
Deuteronomio 26:1–11; Salmo 91:1–2, 9–16; Romanos 10:8b–13; San Lucas 4:1–13 
Jesús le puede responder al diablo sin darle el control que el diablo busca.
Miren como el diablo no lo entiende
desde quien es Jesús hasta cuando diceSi de veras eres Hijo de Dios...” Y repite: “Si de veras eres Hijo de Dios...
Está buscando como puede tentar efectivamente a Jesús para controlarle.
Para cada una de las tentaciones, Jesús confía en lo que ha visto y leído en la palabra de Dios.
Observa cómo, después de las primeras dos respuestas de Jesús, el diablo se adapta a esto y usa las palabras de Dios de las Sagradas Escrituras que leemos en el Salmo 91:11-12:

. . . Pues a sus ángeles mandará cerca de ti,
que te guarden en todos tus caminos.
En las manos te llevarán, para que tu pie no tropiece en piedra.
Jesús cita las Escrituras y nos muestra lo importante que es para
nosotros leer y conocer las Escrituras para que nos sirvan de guía y,
 para que, como San Pablo dice a los romanos:
La palabra está cerca de ti, en tu boca y en tu corazón.
Miren además lo que nuestro Evangelio nos dice: escuchamos las
últimas tentaciones del diablo de momento.  El diablo se aleja de
Jesús hasta un momento oportuno: “…se alejó de él por algún tiempo.”
Piense en cómo Jesús le responde a Pedro en Mateo 20 cuando
le dice a los discípulos que tiene que ir a Jerusalén, sufrir y morir.
Pedro dice:
¡De ninguna manera!
Jesús escucha al tentador y dice:
¡Vete, Satanás!
Muchas veces las tentaciones son a menudo sutiles.
Piense en que Jesús tiene bastante hambre. Cuando tenemos mucho
hambre, puede ser difícil tomar decisiones o tomar buenas decisiones.
Pero reflexione sobre esta perspectiva de Katerina Whitley,
quien es autor y estudió en Norte Carolina:
En el desierto, Jesús se alimenta de la palabra de Dios que mora
en él, las palabras de las Escrituras que aprendió asistiendo
regularmente a la adoración del sábado.[1]
Es importante que nosotros y nosotras también leamos, estudiemos y
pensemos las Escrituras para que se conviertan en una parte importante
de nosotros y nosotras, un recurso sólido cuando la vida es difícil
y enfrentemos desafíos y tentaciones que pueden ser sutiles.
Piensen en los sutiles mensajes que aparecen al abrir su correo
electrónico del internet o en su teléfono celular como el Tentador
le aparece a Jesús para seducirlo, como Eduardo Solomón Rivera nos dice en
 Juntos en el camino con Cristo:
Siete meditaciones bíblicas.[2]

A veces lo que es difícil es que ser sutil es
la tentación de influir, probar o provocar,
y otras veces “no somos tentados a hacer
algo malo, sino a dejar de hacer algo bueno”.[3]
Lo sabemos por experiencia y por el Evangelio de hoy que las
tentaciones vienen y van, y regresan.
Estudiar las Escrituras, saber y conocer las Escrituras nos fortalece
para reconocer y enfrentar las tentaciones.
¿Cómo respondemos, cómo usted responde, cuando la tentación
llama con tanta delicadeza y con tanta sutileza?
¿Cómo reflexionas sobre tu vida y descubres a lo que Dios te llama?[4]
Durante cuaresma, si no se practica durante todo el año día a día,
podemos conocer mejor y confiar en nuestra identidad de hijos e hijas
de Dios.[5]
¿Cómo?
Leer las escrituras. Orar regularmente es importante, incluyendo
oraciones espontaneas y oraciones preparadas como El Padre Nuestro
y otras que tenemos en El Libro de Oración Común y otros recursos.
Una oración en la página 383 oro casi cada día, aunque es para uso de un enfermo. 
Hace más de 40 años empece a orarla cuando
estuve en hospital y nuestro sacerdote me la dio.
Oren la oración En la Mañana:
Este es otro día, Oh Señor.
Aún no se lo que traerá, pero haz que
esté dispuesto para aceptar lo que sea.
Si debo estar de pie, ayúdame a hacerlo con valor.
Si debo estar sentado, ayúdame a estarlo en calma.
Si debo estar acostado, ayúdame a hacerlo con paciencia.
Y si debo estar sin hacer nada, que lo acepte con gallardía.
Haz que estas palabras sean más que palabras,
y dame el Espíritu de Jesús. Amén
 
Y si debo estar sin hacer nada,
que lo acepte con gallardía.
. . . que lo acepte con valentia.
 



Bibliografía
Holy Bible with the Apocrypha. New Revised Standard Version. New York: Oxford University Press. 1989.
Rivera, Eduardo Solomón. Juntos en el camino con Cristo: siete meditaciones bíblicas. Cincinnati:¡Adelante! Forward Movement. 2014.
Whitley, Katerina. “Driven by the Spirit”. Aceso: 4 marzo 2019. http://episcopaldigitalnetwork.com/stw/2016/01/20/driven-by-the-spirit-lent-1c-2016/



[1] Whitley, Katerina. “Driven by the Spirit”. Acesso;4 marzo 2019.          http://episcopaldigitalnetwork.com/stw/2016/01/20/driven-by-the-spirit-lent-1c-2016/
[2] Rivera, Eduardo Solomón. Juntos en el camino con Cristo. Pj. 5-6.
[3] Ibid.
[4] Ibid. Pj. 6.
[5] Ibid.

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